Tantoyuca y su joya de cinco siglos

*En la huasteca veracruzana, la Capilla de Santiago Apóstol, fundada por españoles hace con 465 años, conserva su pináculo formado por tres prismas cuadrangulares

Édgar Escamilla

Tantoyuca, Ver.- Cimentada en lo más alto del Metlaltepec y con sus casi cinco siglos de haber sido construida, la Capilla de Santiago Apóstol Caballero continúa siendo una joya de la arquitectura traída a México por los frailes agustinos; un lugar lleno de paz e historia en el corazón de la Huasteca.

El territorio que hoy conocemos como Tantoyuca fue descubierto por los conquistadores españoles al mando de don Trinidad Herrera, en 1518, un año antes de la llegada de Hernán Cortés a la imponente México-Tenochtitlán.

Trinidad Herrera formaba parte de la expedición que organizó don Francisco Hernández, desde Córdoba, España, en 1515, según relata el profesor Héctor González Ostos en su blog “Capilla de Tantoyuca”.

La ciudad es uno de esos lugares que han quedado aislados por la construcción de las modernas autopistas, que buscan atravesar la entidad en un menor tiempo posible, pero que resultan imprescindibles conocer para poder que realmente se conoce un estado tan bello como Veracruz.

Desde la carretera se alcanza a apreciar parte de la iglesia de Santiago Apóstol, pero los edificios y el follaje impiden apreciar a primera vista la magnificencia que se esconde en lo alto del Metlaltepec, sitio que en 1543 se autorizó la construcción de un local para realizar oración. El proyecto quedó en manos del fraile y arquitecto agustino Andrés de Mata.

Para su construcción se requirió del apoyo de los locales indígenas, españoles, criollos y mestizos. Empleando piedra laja, arena y cal, se dio forma al edificio de estilo gótico románico con muros que superan el metro de ancho.

La capilla está coronada con un pináculo formado por tres prismas cuadrangulares (terminados en triángulo) a los que se les atribuyen representar la trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo. En estos se ubican seis campanas. Cabe señalar que hasta 1956 eran empleadas para llamar a los niños a la escuela, con 20 campanadas a las que se les conocía como “las veintes”, hasta que fue prohibido por el alcalde Manuel Herrera Ángeles.

Se dice que alrededor de la Capilla se construyó una muralla en el espacio comprendido entre las calles Hidalgo, Leona Vicario, Continuación de la Morelos, y el parque Coronel Julián Herrera. Las viviendas aledañas se construyeron con similar estilo arquitectónico.

Fue hasta 1557, por conducto del Virrey de Mendoza, los reyes católicos Isabel I y Fernando II ordenaron que llevara el nombre del Santo Santiago Apóstol Caballero, integrante de los 13 caballeros de la corte militar, defensora de los peregrinos que visitaban en la ciudad de Extremadura, España, la tumba de Santiago Apóstol el Mayor.

Fue así que Santiago Apóstol se convirtió en patrono de Tantoyuca, como lo es también de Papantla, Álamo-Temapache y Coatzintla.

A un costado, en 1965 se edificó la nueva iglesia, que conserva parte del estilo constructivo a base de piedra laja, cal y arena, pero con un diseño más moderno. En la fachada presenta un vitral con la imagen del Santo.

También conocida como la Capilla del Rosario o Capilla del Sagrario, llama la atención la forma en que fue construida su bóveda; cientos de piedras lajas fueron estratégicamente colocadas para que las fuerzas se distribuyeran hacia los gruesos muros, dando una apariencia de que en cualquier momento podría desprenderse una de ellas, pero precisamente es la fuerza de gravedad lo que las mantiene unidas en su lugar.

Aunque los muros presentan ya algunas cuarteaduras, 465 años después de haber sido concluida, sigue siendo una joya arquitectónica de la Huasteca y un lugar que llena de orgullo a los tantoyuquenses.

 

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